La mayoría de los start-ups fallan. Todos hemos escuchado esto un millón de veces. Emprender en una idea es desafiante, incierto, reactivo, pero también es una de las cosas que más llena el alma, crear algo nuevo, entregar valor a la gente. Sin embargo el emprendimiento no es para todos, es para la gente que está dispuesta a dejar noches y días de sacrificio trabajando por sus ideas, haciendo contactos, buscando oportunidades. Algo que podemos afirmar es que todos aquellos emprendimientos que logran ganar un espacio del mercado tienen una base en común: